En el dinámico escenario empresarial actual, la sostenibilidad no es simplemente un valor agregado, es una necesidad imperante, especialmente cuando consideramos el impacto ambiental de las emisiones de carbono y la crisis global que enfrentamos.
El Contexto Ambiental:
Las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero son responsables del cambio climático, un fenómeno que trae consigo eventos climáticos extremos, aumento del nivel del mar y amenazas a la biodiversidad. Según la Agencia Internacional de Energía, las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía alcanzaron un récord de 33 gigatoneladas en 2019, la tendencia se ha mantenido en los últimos años y hoy vemos los impactos con el registro de temperaturas y la desestabilización de los ecosistemas debido a los cambios que hemos causado con nuestros hábitos de consumo.
La Crisis Global:
La crisis ambiental se entrelaza con la crisis mundial actual. La pandemia nos ha recordado la fragilidad de nuestro sistema y la necesidad urgente de repensar nuestras prácticas empresariales. Las empresas han experimentado una presión adicional para abordar las preocupaciones ambientales y sociales, y aquellos que han liderado en sostenibilidad están mejor posicionados para enfrentar los desafíos actuales y futuros, especialmente porque su propuesta de valor dará lugar a un nivel de pertinencia superior que cualquier otro competidor que no lo haga.
Así pues, es indispensable tomar partido en la transformación, iniciar y continuar la implementación de procesos sostenibles y regenerativos.
Sostenibilidad Empresarial: Más que un Compromiso, una Estrategia Vital:
Impacto Ambiental: La adopción de prácticas sostenibles no solo contribuye a la salud del planeta, sino que también puede reducir los costos operativos. Según el Foro Económico Mundial, la transición a prácticas comerciales sostenibles podría liberar hasta $12 billones en oportunidades de negocio y crear 380 millones de empleos para 2030.
Eficiencia y Resiliencia: Empresas que integran la sostenibilidad en su ADN son más eficientes y resistentes a las crisis. La inversión en energías renovables, eficiencia energética y gestión sostenible de la cadena de suministro no solo reduce la huella de carbono, sino que también mejora la eficiencia operativa y la posición competitiva. Menores costos de operación y producción, mayores utilidades y beneficios para todos.
Compromiso del Consumidor: Los consumidores modernos buscan marcas que no solo ofrezcan productos y servicios de calidad, sino que también sean social y ambientalmente responsables. La sostenibilidad se ha convertido en un factor clave en las decisiones de compra. Por eso cada vez más organizaciones se suman a ser parte del proceso y de la transformación.
Tú también puedes hacerlo y la forma de lograrlo es identificar el proceso que lleva a cabo tu organización en relación a la descarbonización de la operación de tu empresa u organización. ¿Cuál es el camino?
Explorando las Diferencias: Cero Emisiones, Carbono Neutro y Carbono Negativo
Carbono Neutro: Aquí, las empresas compensan sus emisiones mediante inversiones en proyectos que absorben o eliminan la misma cantidad de carbono emitido. Es un paso más allá en la responsabilidad climática. Buscar llegar a un punto de equilibrio entre las emisiones que produce, pero así mismo generar estrategias para compensarla.
Cero Emisiones: Estas organizaciones buscan reducir al máximo sus emisiones de gases de efecto invernadero, minimizando su huella ambiental directa. Existen diversas posiciones frente al estándar, sin embargo, de manera generalizada se considera una organización Cero Emisiones cuándo ha logrado disminuir las emisiones de su operación entre un 90% - 100%. Se centran en prácticas ecoeficientes y la adopción de fuentes de energía renovable. En esta etapa del proceso no es solo lo que tu emites, sino que también empiezas a trabajar en tu cadena de valor y suministros.
Carbono Negativo: Este enfoque implica no sólo neutralizar las emisiones, sino también retirar más carbono del que emiten. Las Organizaciones carbono negativo están contribuyendo activamente a la reducción global de gases de efecto invernadero.
Las tácticas para transformarse en una empresa carbono negativo pueden diferir, pero comúnmente incluyen la disminución drástica de emisiones operativas, la inversión en tecnologías de captura de carbono, la fomentación de prácticas sostenibles a lo largo de la cadena de suministro y la participación en iniciativas de restauración ecológica.
Tips para Iniciar la Transición:
Evaluación de Huella de Carbono: Comienza por entender tu huella de carbono actual. Esto proporcionará la base para implementar estrategias específicas de reducción.
Eficiencia Energética: Adopta fuentes de energía renovable y mejora la eficiencia energética en tu operación.
Compensación Responsable: Si buscas ser Carbono Neutro, elige cuidadosamente proyectos de compensación verificables y sostenibles.
Innovación Sostenible: Fomenta la innovación en productos y procesos que minimicen el impacto ambiental.
Cómo Impact Hub Medellín Puede Ayudarte:
En Impact Hub Medellín, estamos comprometidos a guiar a las empresas hacia prácticas sostenibles que no solo mitiguen el impacto ambiental, sino que también impulsen el crecimiento y la resiliencia empresarial. Con la orientación adecuada, tu empresa puede liderar el cambio hacia un futuro más sostenible.
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