Más de un cuarto de la población colombiana (27%) vive en situación de pobreza. Se considera pobre a una persona cuando sobrevive con menos de 2.63 dólares al día (Dinero - 2019).
En Colombia, según cifras del Dane a 2018, existen 12'768.157 jóvenes (entre 18 y 28 años), quienes representan el 27 por ciento de la población. De estos, 3'400.000 no tienen empleo.
Las estadísticas indican que las mujeres son quienes presentan un mayor índice de desocupación. En cifras exactas, el número de hombres jóvenes desocupados fue del 9,8 por ciento, y para las mujeres del 16.9 por ciento. (El Espectador - 2019)
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Los emprendedores no esperan que el gobierno haga inversiones en infraestructura. Para ellos, el reconocimiento de que 3,6 millones de personas en Colombia no tienen acceso a agua debería ser un estímulo para la innovación, no una bandera de precaución.
Hay más que decir acerca de experimentar problemas de primera mano, ya que a menudo nos brinda una ventaja cuando trabajamos
para crear una solución. Una parte importante del diseño centrado en las personas, por ejemplo,
implica comprender el problema en contexto, lo que conduce a soluciones altamente efectivas y utilizables.
Además, intentar resolver sus propios problemas es lo que llevó a muchos emprendedores a lanzar finalmente una empresa.
Pensar en los problemas de esta manera deja en claro que las mejores soluciones a los desafíos de Colombia deberán venir desde nosotros mismos, por emprendedores que puedan enmarcarlas como oportunidades que esperan ser aprovechadas.
Si el espíritu emprendedor es tan importante, ¿cómo podemos asegurarnos de que más colombianos adquieran las habilidades empresariales necesarias para construir el futuro del país?
Habiendo experimentado de primera mano cómo nuestro sistema educativo no prepara a los graduados para una vida de solución de problemas, esta es una pregunta que me impulsa a contribuir con varias iniciativas que ayudan a preparar y apoyar a la próxima generación de innovadores de Colombia. En mi carrera, tuve la oportunidad de trabajar alrededor del mundo con organizaciones increíbles que realizan un trabajo realmente impactante.
Sin embargo, creo que la forma de sostener este impacto radica en escalar rápidamente las historias de éxito de emprendimiento de impacto que estamos viendo en Colombia al invertir en seres humanos excepcionales que pueden resolver problemas relevantes,
desarrollar y replicar los éxitos de organizaciones locales como Casa de Carlota, Focus Green o SiembraViva, entre otros.
Un paso importante para mí en esta búsqueda fue abrir Impact Hub Medellín, una organización que busca potenciar el ecosistema de emprendimiento través de nuevas formas de conectar a emprendedores entre ellos y con redes globales de innovación e impacto.
Desde Impact Hub diseñamos programas centrados en el emprendedor, como Impacto2030, nuestro programa de incubación para emprendimientos con enfoque en Objetivos de Desarrollo Sostenible, a través de este acompañamos hasta 50 emprendedores de impacto preparándolos para escalar y recibir inversión.
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