En tiempos como estos la comunicación y el buen liderazgo adquieren un papel y un valor estratégico real. La pandemia disminuyó de manera evidente los momentos de conversación, las reuniones de equipo, entre otros espacios como estos. Pero lo que sí es claro es que coordinar bien a los equipos a través de estos dos aspectos, será lo que marcará la diferencia durante y después de que pase este confinamiento y sobre todo, la crisis.
Lo anterior no supone un trabajo fácil, por lo cual a continuación damos algunas recomendaciones para llevarlo a cabo de una mejor manera:
1. Planear y prever posibles escenarios
Tales como el número de colaboradores que se pueden ver afectados, el impacto negativo en la fuente de ingresos de la organización, cambios de rol, entre otros; para así también tener en mente esos mensajes y canales por los cuales se le comunicará las diferentes decisiones a los empleados, con el fin de no dar paso a mensajes equivocados, mala imagen o percepción de mal liderazgo. Y cuando decimos que no es fácil, es porque la mayoría de líderes no están preparados para dar noticias como estas, por eso la siguiente recomendación.
2. Más que ser buenos expresándose es ser sinceros
Mostrando con transparencia los temores desde ese cargo y la vulnerabilidad que se puede tener. Esto sin duda genera empatía y comprensión por parte de los colaboradores, además les reduce el miedo y la duda frente al futuro; lo cual si no se hace, se puede traducir en falta de productividad y mal clima organizacional.
Sumado a esto en muchas organizaciones los empleados no perciben a sus líderes en una estructura horizontal o igualdad de condiciones y al líder mostrarse cercano y más humano puede ayudar a crear confianza.
3. Acompañar a los colaboradores de manera independiente como lo que son
Universos y mundos totalmente distintos. Es decir, hay muchas empresas donde sus empleados nunca habían teletrabajado, entonces no se puede esperar que de un día para otro todos estén adaptados y cumpliendo sus deberes con normalidad.
Por lo cual, lo recomendable en este caso es utilizar diferentes herramientas para el aprendizaje, facilitar la capacitación de una persona que ya tenga el chip de la virtualidad incorporado para enseñarle a los que no y estar dispuestos a aclarar dudas y a poner en práctica los valores organizacionales que a veces se quedan en el papel y son la herramienta más poderosa para crear una cultura fuerte dentro del equipo de trabajo.
4. El exceso de comunicación puede ser contraproducente
Es decir, a veces es mejor menos mensajes y más asertividad al momento de comunicar. En épocas como estas todos estamos saturados de información e incluso es común sentir que el trabajo está triplicado porque la carga psicológica y emocional es grande. Entonces, creemos que la clave está en ser empáticos, auténticos y respetar espacios y procesos de aprendizajes y personales.
Finalmente, ser líderes es un trabajo que puede ser muy complejo, porque es una labor de entender no solo colaboradores sino seres humanos, pero siguiendo recomendaciones como estas, la tarea puede llevarse con mayor facilidad y menos inconvenientes. Para conocer más artículos como este puedes ingresar aquí
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